Para el cubano Carlos Manuel Álvarez, la tercera fue la vencida. Las dos primeras veces que postuló al Nuevas Plumas, no quedó entre los 15 finalista. En su tercera postulación, en 2015, resultó ganador del Premio con su crónica “Las nobles bestias”. El jurado estuvo compuesto por María Teresa Ronderos (Colombia), Eliezer Budasoff (Argentina) y Wilber Torre (México).
Después de ganar el Nuevas Plumas en 2015, Carlos Manuel ha destacado como uno de las principales nuevas voces narrativas del idioma.
En 2017 publicó su libro de crónicas «LA TRIBU. Retratos de Cuba», distribuido en casi toda América Latina.
Acaba de ser seleccionado como uno de los autores de Bogotá39, donde se eligen a los escritores con más futuro en la región.
Carlos Manuel envía tres consejos para quienes quieran postular al 6to NP/
UNO- A la larga hay solo una forma en la que una historia debe ser contada para que esa historia pueda decir de sí misma lo mejor que tiene que decir. En la crónica, esa forma no debe ser hallada antes de la reportería, ya que sería lo que suele llamarse un esquema, ni tampoco después, porque significa que estamos forzando una estructura y un tono que tuvimos delante y no supimos detectar. En algún punto de la investigación el relato va a dejarse entrever, la forma está en los hechos.
DOS- La invención no entra en juego. No solo porque implica una falta ética, que ya es suficiente, sino porque es un utensilio decididamente menor, como si la realidad te ofreciera las herramientas más eficaces para talar el árbol –un hacha, una sierra eléctrica, o lo que sea que se use para el asunto–, y tú, por impericia, porque te parece más cómodo de manejar, eligieses un cuchillo mellado. ¿Quién, si mira bien, necesita la chapucería de inventar? Imaginación, el periodista debe tener. Pero no en la cabeza, sino en el ojo.
TRES- La estética es la ética. El estilo es un arma moral del cronista. Que escribas lo mejor que puedes escribir, que las posibilidades de un suceso como relato sean llevadas al límite, que el apareamiento entre un sustantivo y un adjetivo, incluso en la línea aparentemente más insignificante, sea un maridaje minuciosamente pensado, es la muestra de mayor compromiso posible con tus personajes y con el oficio y tu modo más honesto de ir, si es que así te lo planteas, contra el poder. El preciosismo es la única función social de la crónica que depende completamente de ti. Dado el caso, mayor belleza es también mayor denuncia.